lunes, 11 de abril de 2011

Un héroe nunca muere. (Johnny To). A hero never dies. Chan sam ying hung. 1998. Hong Kong.

Heredero del mejor John Woo, todo lo que pasa en esta película es una mezcla perfecta de melodrama y acción. No es que se salte de un género a otro en distintas escenas, sino que están perfectamente integrados en la historia. Dos asesinos a sueldo de bandas rivales de la triada (mafia china), entran en una guerra sin cuartel. Jack y Martin son los únicos que todavía mantienen vivos los viejos códigos de los samuráis, y se tienen un respeto mutuo, además de compartir el gusto por la violencia y los vinos finos. Son personas iguales a las que les ha tocado participar de bandos opuestos. La guerra llega a un extremo de violencia que ni siquiera los propios jefes llegan a soportar. En la última y más sangrienta batalla tanto Jack como Martin quedan mal heridos y son dados por muertos, pero los jefes se acobardan, pactan la paz y se olvidan de sus mejores soldados. La venganza de Jack y Martin será implacable. Buena